Venezuela.- Al pisar el gimnasio Saurín Galué (La Victoria) comienza una picazón por todo el cuerpo. La enorme estructura es la casa de la selección regional de gimnasia rítmica, artística y aeróbica, así como de niños en desarrollo. Pero hay otros habitantes: un sinfín de palomas que pasan las 24 horas en el techo de la instalación y a veces vuelan en la parte inferior de la enorme sala, causando múltiples molestias a los atletas, en especial porque son “una fábrica de hacer pupú”.
Los entrenamientos arrancaron el 7 de enero y al llegar los gimnastas se encontraron con el sitio arropado de las defecaciones de estas aves y sus entrenadores les prohibieron quitarse los zapatos para evitar el contacto con los pies. Los tapetes tenían kilos y kilos de excremento, así como los pocos aparatos oxidados que hay en el gimnasio, y las paredes, que estaban recién pintadas, tienen el camino marcado por las defecaciones de las palomas.
El técnico Carmelo Cuello llegó de Machiques junto con dos gimnastas para que se mostraran en Maracaibo y tuvo que agarrar una escoba para comenzar a barrer el tapete en compañía de varios voluntarios que quisieron ayudar a sacar un poco de excremento. En el ambiente se respira el polvo fecal y las plumas de estos animales. La picazón por todas partes del cuerpo no se detiene.
A cepillo limpio
“Tuve que barrer el tapete. Vine desde muy lejos para que mis atletas pudieran entrenar y no iba a perder el viaje por la suciedad de las alfombras por causa del pupú de paloma. En Machiques no tenemos gimnasio y no me importa ayudar para que se vea limpio”, expresó Cuello.
Magaly Batista, entrenadora del Club Estrella Zuliana y de la selección del estado, ya no sabe a quién pedirle ayuda para eliminar esa plaga. El Ministerio del Deporte, el Irdez, el gobernador, “todo el mundo sabe lo que pasa con las palomas”. Se destapó el tobillo derecho y mostró un herpes que se ha convertido en parte de su piel. “He ido varias veces al dermatólogo por este problema. Me dice que es a consecuencia del pupú de paloma, que debo salir de aquí, pero ¿cómo me voy? No tenemos otro sitio para entrenar”.

excremento de palomas
Miedo a enfermarse
La cantidad de atletas ha disminuido gracias a la presencia de las aves y sus defecaciones imparables. “Mis papás me dicen que es muy peligroso estar en contacto con las palomas y el pupú, pero me gusta lo que hago. A menudo nos salen erupciones en la piel; el gimnasio siempre está muy sucio, le falta mantenimiento”, lamentó Vanessa Meza, campeona juvenil en viga de equilibrio y miembro de la selección nacional.
Dailín Parra, de gimnasia rítmica, no se detiene haciendo sus ejercicios, así le caiga excremento de paloma. “Es muy desagradable, a veces nos salen empeines. Hay pupú en todos lados, tenemos que traer todos los días antibacterial y toallitas húmedas”.
El eterno problema de la gimnasia zuliana son estas aves. “Rezamos para que alguien pueda sacarlas de aquí y dejemos de vivir entre el excremento”, comentó una entrenadora que prefirió guardar su identidad.
Sin personal de limpieza
El Irdez realizó un documento a través de su consultoría jurídica para que lo firme el presidente de la Asociación de Gimnasia, Miguel Gómez, y este se comprometa a hacer la limpieza y mantenimiento de la instalación con ingresos propios.
Cuna de enfermedades
Las palomas tienen varios parásitos en el excremento y causan múltiples enfermedades en las personas, como enfermedades en la piel y en el aparato digestivo. Sus plumas también son detonantes de alergias y problemas en las vías respiratorias.